
Cómo definir el propósito de la empresa
La cultura corporativa se basa en el propósito, la visión y la misión de la empresa, los cuales son elementos esenciales para establecer un sistema de objetivos OKR. El propósito actúa como nuestra guía principal, proporcionándonos la inspiración y la razón de existir (el porqué). La visión representa nuestra meta futura, hacia dónde queremos dirigirnos. Mientras que la misión es la declaración que describe cómo lograremos esa visión (el cómo).
Propósito de la empresa
Es importante distinguir el propósito de la empresa de la mera consecución de metas, ya que el propósito actúa como un faro que otorga significado a nuestras acciones. Es crucial preguntarnos por qué lo que hacemos es importante, cómo contribuimos a la sociedad, cuál es nuestra razón de ser y qué ocurriría si desapareciéramos. Si la empresa carece de un propósito definido, los miembros de la organización buscarán motivaciones más significativas en otros lugares.
Para una definición adecuada, debemos considerar el valor que aportamos y el impacto que esperamos lograr con nuestras acciones. Es necesario que aquellos que forman parte de la organización compartan nuestro propósito para que se comprometan plenamente con la estrategia. El propósito es la semilla que permite el desarrollo de valores, cultura y estrategia dentro de la empresa. Además, no solo afecta a los miembros de la organización, sino que también atrae a nuevos profesionales e incluso a proveedores que se sienten identificados con lo que hacemos.
Resulta curioso saber que la mayoría de los CEOs piensan que sus empleados están comprometidos con la estrategia de la empresa, cuando estudios han demostrado que muchos de ellos ni siquiera la conocen. Una definición clara y precisa del propósito nos permitirá fomentar un sentido de pertenencia entre los empleados, haciéndoles sentir que su trabajo diario aporta valor y es relevante para la sociedad.
La formulación del propósito debe ser inspiradora, directa y concisa. Podemos aplicar el concepto del “círculo de oro” de Simon Sinek (2009), que implica no solo especificar qué hacemos y cómo lo hacemos, sino también por qué lo hacemos. Las organizaciones que experimentan un crecimiento exponencial han demostrado que piensan, actúan y se comunican de manera distinta a las demás. Mientras muchas organizaciones saben qué están haciendo (el producto) y algunas saben cómo lo hacen (la estrategia), muy pocas saben por qué lo hacen (el propósito). Cuando Simon Sinek habla del porqué, no se refiere a ganar dinero, sino al propósito, la causa, la creencia y la razón de existir de la organización.

Nos enfocamos en un enfoque interno que se expande hacia el exterior, partiendo de lo más claro hacia lo más abstracto. Sin embargo, las empresas líderes y de inspiración adoptan un enfoque inverso, moviéndose de adentro hacia afuera.
La mayoría de las empresas se limitan a ofrecer un producto (el qué), algunas definen su estrategia (el cómo), pero muy pocas definen su propósito (el por qué).
Las empresas con un propósito no solo buscan generar ingresos, sino también impactar positivamente en su entorno, aportando un valor compartido tanto a la empresa como a la sociedad en la que operan. El propósito corporativo está en sintonía con el modelo de negocio y actúa como una guía estratégica para todas sus actividades. Estas empresas impulsan resultados de triple impacto, abarcando aspectos económicos, sociales y ambientales, mejorando así la calidad de vida de las personas y del planeta. El propósito se ha convertido en un factor decisivo a la hora de elegir productos y servicios, especialmente para las generaciones más jóvenes.
Por ejemplo, una empresa podría ofrecer servicios de implementación de sistemas de gestión de proyectos con consultores expertos en la metodología Scrum, quienes cuentan con una amplia experiencia trabajando con clientes importantes. En cambio, RoundCubers cree en la necesidad de diseñar un sistema que se adapte verdaderamente a la realidad y al equipo encargado de gestionar los proyectos (por qué). Por ello, desarrollamos un enfoque instructivo y aplicamos la filosofía lean para adaptar el programa según el contexto (cómo), permitiendo así que las empresas aprendan a gestionar sus proyectos de manera más efectiva y utilicen el sistema de forma habitual (qué).
En general, muchas empresas ofrecen cursos de Scrum y disponen de consultores y metodologías igualmente válidas que RoundCubers. Sin embargo, nuestra diferenciación radica en que priorizamos la implantación de un sistema que realmente sea útil para cada cliente, adaptándolo a la realidad específica de su empresa. Nuestros clientes nos eligen no solo por ofrecer un curso de Scrum, sino porque creen en la importancia de adaptar el método a su propia realidad empresarial, en lugar de forzar a la empresa a adaptarse al método.
Este enfoque no es una invención de Simon Sinek, sino que tiene un respaldo biológico. El cerebro humano se compone de tres partes:
- Neocórtex (parte externa del cerebro): Representa el “qué hacemos”. Se ocupa del pensamiento racional, el lenguaje, la memoria de trabajo, la lectura, la escritura y el reconocimiento abstracto.
- Cerebro límbico (parte intermedia): Corresponde al “cómo lo hacemos”. Se encarga de las emociones y los sentimientos, aunque no pueda ser descrito con precisión.
- Cerebro reptiliano (parte central): Representa el “por qué lo hacemos”. Se ocupa de nuestras sensaciones y las decisiones que tomamos; reaccionamos y actuamos porque lo dicta nuestro instinto, creyendo en ello aunque no podamos explicarlo.
Los clientes no te contratan por lo que tienes, sino por lo que crees. No contratas a una persona solo porque necesita un trabajo, sino porque comparte tus creencias. Al adoptar este enfoque, las personas se comprometen con la empresa en lugar de limitarse a cobrar un salario.
Características del propósito de la empresa
- Es permanente
- Estable
- Inclusivo
- Idealista
- Resiliente
- Aceptado por todos los miembros de la organización
Beneficios de las empresas con propósito:
- Fuente de energía para fidelizar a trabajadores y captar nuevo talento
- Aumento de la resiliencia organizacional
- Rendimiento reputacional
- Compromiso de los empleados, clientes y proveedores
- Mayor confianza de los stakeholders
Cómo definir el propósito de empresa
Puedes involucrar a empleados, directivos y fundadores y hacerles las siguientes preguntas:
Empleados
¿Para qué existimos? ¿Cómo sería el mundo sin nosotros? ¿Cómo crees que estamos contribuyendo a la sociedad?
Directivos
¿Qué seguimos haciendo desde que nos incorporamos a la empresa? ¿Qué impacto tiene lo que hacemos en el mercado? ¿Por qué somos importantes para los clientes?
CEO/propietario/fundador
¿Para qué creamos la empresa? ¿Qué queremos conseguir? ¿Qué nos mantiene vivos y nos empuja a seguir persiguiendo nuestro sueño?
Ejemplos de propósito de empresa:
- 3M: «Resolver problemas sin solución de forma innovadora».
- Hewlett-Packard: «Hacer contribuciones técnicas para el progreso y el bienestar de la humanidad».
- McKinsey & Company: «Ayudar a que los gobiernos y corporaciones líderes del mundo tengan más éxito».
- Nike: «Experimentar la emoción de competir, ganar y aplastar a los competidores».
- Walt Disney: «Hacer feliz a la gente».
- Google: «Organizar la información del mundo y hacerla accesible a todos».
- RoundCubers: «Ayudar en la transición hacia modelos de desarrollo sostenibles ».
- Prosegur: «Hacer del mundo un lugar más seguro».
- Deliveroo: «Transformar la forma en la que las personas comen».
- Tesla: «Acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible».
- Walmart: «Ahorrar dinero a la gente para que así puedan vivir mejor».
- Destination Canada: «Nuestra aspiración es mejorar la calidad de vida de los canadienses y enriquecer la vida de los visitantes».